Os parecerá una tontería, pero creo que una de las razones por las que Manuel se porta muchísimo mejor últimamente es la llegada a nuestras vidas de "LA MOTO". No sé si será casualidad, pero desde que "Papá Noel" le trajo tan preciado vehículo el lechón está mucho más contento. No en vano es hombre, y hay que decir que a ellos les pones ruedas y motor y son mucho más felices, no es cierto? En alguna parte leí una frase fantástica que decía algo así como "No importa lo acabado, hundido o deprimido que un hombre se encuentre. Siempre será capaz de conducir su coche". Y yo añado, y además conducirlo le hará feliz. La velocidad les entusiasma, qué le vamos a hacer. Supongo que es el equivalente masculino a nuestro salir de compras, aunque personalmente, mi panacea sería darme un masaje o tumbarme al sol a leer un buen libro.
La verdad es que hacía mucho tiempo que el lechón no prestaba atención a los juguetes y que no jugaba solo casi nunca. Pero ahora que la moto ha entrado en nuestras vidas, Manuel da vueltas incansable alrededor de la mesa del salón, aparca bajo la escalera, nos pide que le pongamos gasolina, se baja de la moto y llega a "su casa", que es el hueco que queda debajo de la trona... Y en fin, que de repente juega mucho más él solo y es una gozada. Ha aprendido a pedalear, aunque aún se da impulso con los pies casi siempre. A veces salimos a dar una vuelta por el paseo marítimo, y Manuel conduce a toda velocidad al grito de "faster faster" mientras el papá ejemplar y yo podemos tener una conversación algo menos entrecortada de lo habitual.
9 comentarios:
En cada foto que pones se le ve más grande! Me voy apuntando todos los truquillos que cuentas para cuando llegue el mío a esa edad! Besos
No hay nada como una moto para hacer felíz a un chico y Manuel no va a ser menos. Me alegro de que os haya dado un respiro para conversar.
Ya había leido tu entrada sobre el tema del chupete, por ahora vamos bien.
Tienes toda la razón; un motor puede hacer muy feliz a un hombre... aunque éste sólo tenga dos años je,je. Me alegro de que Manuel esté más relajado y haga más feliz a su atormentada madre (no sabes cómo me identifico contigo leyendo tus anteriores entradas sobre la agresividad o esos "prontos" tan desquiciantes, por algo se dice aquello de "los terribles dos", verdad?). Por cierto, ver esta foto de un bronceadísimo Manuel casi sin ropa me parece la mar de referescante teniendo en cuenta el frío helador que hace estos días y pienso, viendo a tu niño, ¡¡cómo echo de menos la playa y el verano!! Disfruta de esta tregua hogareña, del sol y del sonido del mar... un beso!!
Jo es impresionante a la velocidad que crece, Manuel en esa foto parece mayor incluso de lo que es ¿hace tres en mayo no? Ay lo que te echo de menos, no lo sabes tu bien. millones de besos linda, me encanta leerte, ya lo sabes.
Sí que está enorme, parece que tenga cuatro años, y cuando le comparas con los niños balineses, tan menuditos... es más grande que muchos que tienen cinco y seis años, así que cuando les dices la edad que tiene se quedan flasheados totalmente. Yo a veces voy a su cuarto a taparle antes de ir a dormir y pienso, cuándo se ha hecho tan grande? un besito rubia! :-)
Leo tiene un triciclo pero aún no domina lo de pedalear, pero eso sí, la moto... ¡está hecho un experto!
Hombres y motor, no hay mejor combinación para entretenerlos (bueno, quizás el fútbol!)
Que guapo es tu hijo!!!
Y que bien debeis estar en Bali, no??? por cierto, de donde eres? el cambio ha debido de ser increible!!
Enhorabuena por tu blog, me pasaré a menudo. Si quieres conocernos a mi y a mi peque David, te animo a que visites mi blog http://creciendocondavid.blogspot.com/
Ah!! y David me hace lo mismo...un día despues de anunciar que por fin comía fruta, cerro la boquita y no ha vuelto a querer ni probar el platano!!!jajaja
Pero que grande y que guapo esta Manuel!!!
Es bonito verlos disfrutar con lo que sea... y los triciclos dan mucho juego (je,je,je)
A Dani de momento no le llaman mucho los vehiculos y la velocidad... sigue obsesionado con los animales :-)
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