Utilizo los cuentos a mi antojo para ponerle ejemplos de niños (o lagartijas, o leones, o lo que se me ocurra) que se portan mal y sufren las consecuencias, o que hacen las cosas de maravilla y después tienen la suerte de ir a un parque gigante o a una piscina con un millón de toboganes. Él me escucha muy concentrado, y a veces termina mis frases, o me corrige diciendo "mami se ha confundido", porque se sabe ya el cuento mejor que yo. Su favorito últimamente es el de "la lagartija que se perdía", y no encontraba a su mamá, pero al final un niño muy bueno le ayudaba a buscarla etc etc. También le fascina escuchar historias sobre niños (o ranas, patos o tortugas) que se portan muy mal, y sus papis les riñen pero después aprenden que portarse bién es mucho mejor y más divertido.
Hoy he encontrado una web que se llama Cuentos para dormir y me va a venir muy bién como fuente de inspiración. Al igual que no he seguido una receta al pie de la letra en toda mi vida, no creo que vaya a contar nunca un cuento tal como vienen en esta página, pero me ha gustado mucho el planteamiento. Los cuentos están organizados por valores: alegría, amistad, optimismo, paciencia, perdón... y también hay cuentos clásicos que no está mal recordar.
1 comentario:
Jeje que buena esa web, muchísimas gracias. Me parece genial lo de inventarte el cuento, yo tengo poca imaginación por lo que puede ser también un buen ejercicio para mi, la verdad que no me lo había planteado así que... Gracias!!
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