Hoy se ha marchado Anna, nuestra Aupair islandesa, que ha pasado con nosotros todo el verano. Lo de tener una "aupair" ya es de por sí bastante exótico, pero que viniera de Islandia es el novamás del cosmopolitismo. Es la primera vez que tenemos en casa una "aupair" y la experiencia ha sido bastante buena, así que es probable que lo repitamos. Trajimos la idea de Bali porque allí conocimos a una chica gallega que estaba cuidando a los niños de unos franceses con este sistema. Ella nos habló de la página web Au Pair World en la que las chicas y las familias entran en contacto. Si estáis interesados solo tenéis que dar una vuelta por las fichas de las aspirantes a "aupair", y si ya queréis ir más allá hay que pagar una cuota de inscripción que creo que son 39€ para poder entrar en contacto con ellas. A partir de ahí, y una vez que eliges a una "aupair", el acuerdo al que llegues con ella es privado y la página no actúa como agencia ni nada por el estilo.
Una "aupair" suele ser una chica jóven (entre 18 y 25 años), aunque vi fichas de algunas más mayorcitas, estudiante, e interesada en aprender el idioma de su país de destino. Una "aupair" no es sólo una "cuidadora" de niños -¡odio el término "cuidadora"!- sino que debería tratársela como a un miembro de la familia, una hermana mayor o una sobrina. Su horario de trabajo debería ser de un máximo de 30 horas semanales, siempre dándole libertad para asistir a sus clases. La "aupair" puede ayudar en las tareas del hogar, aunque sin pasarse y siempre teniendo en cuenta que no es una criada. Por lo demás, lo normal es que comparta tiempo con la familia, salidas, viajes... y que se le pague una cantidad a la semana en concepto de "dinero de bolsillo". Esta cantidad es muy variable, y como os decía depende del acuerdo al que se llegue, pero está entre 50€ y 150€ a la semana según la cualificación de la chica. Para que os hagáis un idea, cuando yo estaba haciendo el "casting" una chica australiana me dijo que no trabajaba por menos de 200€ a la semana... Así que de todo hay.
Nuestra experiencia ha sido buena, aunque mejorable. Anna ha sido muy dulce con Manuel y se ha llevado bien con él, aunque no ha llegado a ganarse de verdad su cariño. No sé si será por su naturaleza nórdica, pero el carácter frío e inexpresivo, un poco a lo mosquita muerta, no va mucho con mi lechón, que necesita que le den un poquito de vidilla. Nuestro objetivo era que el lechón mantuviera el inglés aprendido en Bali gracias a ella, y no estoy segura de que lo hayamos conseguido porque ella hablaba poco y muy bajito y él no la entendía mucho. Pero lo cierto es que ella se ha esforzado por mantenerle activo durante los largos días de agosto en los que no pudo bajar a la piscina, pintando y haciendo manualidades, y ha sido una gran compañera de juegos. Después de tenerla en casa todo el verano la echaremos de menos y seguro que Manuel preguntará por ella a menudo, y eso que hoy no ha querido ni despedirse. Por Dios, que alguien me diga cuando se acaba definitivamente esta fase de negación!!!
3 comentarios:
Una experiencia mas! Seguro que la proxima vez va mucho mejor.
Zepequeña.
Me parece una experiencia estupenda!!!
A ver si la proxima le da más vidilla al peque!!! (je,je,je)
pues la verdad es que si es una gran experiencia, yo hablo desde el punto de vista de la aupair en españa que soy, conocer nuevos paises, culturas, me encanta españa! y sobre todo si hay buena relacion con la familia al final cuesta irse, un saludo!!
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