lunes, 13 de junio de 2011

Tres años

Con sus amiguitos Eden y Lockie, el día de su fiesta de cumpleaños en Bali
 Con mucho retraso, y aún así no puedo dejar de escribir este post porque, entre aviones, mudanzas, casa nueva y cambio de vida, mi niño cumplió el 30 de mayo tres añitos. Un número que le encanta, por aquello de que todo se hace, "a la de tres", o que por el contrario no quiere ni escuchar cuando se trata de una cuenta atrás para el castigo... léase, "voy a contar hasta tres y si no me obedeces ya sabes las consecuencias".
Por suerte en estos días hemos tenido más de lo primero y muy poco de lo segundo. Mi lechón está madurando y se porta cada día mejor. Le ha sentado bien volver a Madrid, le ha sentado bien la normalidad y la rutina de aquí, los mimos de sus abuelas, los montones de juguetes que recibió por su cumple, y seguramente también perdernos un poco de vista a su padre y a mí, que tal vez estaba ya hasta el gorro de tanto vernos. Mis miedos han resultado infundados y se ha adaptado tan bien que nos tiene a todos alucinados.

De vez en cuando pregunta, ¿Cuándo vamos a Bali? o habla de sus amigos de allí, de Eden o de Owen. Me conmueve ver cómo extraña especialmente al primero, y finge hablar por teléfono agarrando el mando a distancia: "Hello Eden, how are you, are you ok? do you want to play? see you soon!!! Me lo comería a besos. Y últimamente casi hasta me deja achucharle y está mucho más cariñoso. 
Será la edad o será que mi vuelta al trabajo le ha hecho ver que mami no está ahí siempre, fija como los cuadros que aún no tenemos en las paredes. Es curioso que en Madrid le está costando un poquito más hacer amigos, y aún hablando el mismo idioma parece que no conecta con los niños españoles. No le gusta jugar solo, y persigue a los niños para prestarles sus juguetes con tal de que compartan sus juegos. Pero ellos salen corriendo con el coche o el dinosaurio de turno y le dejan con carita triste y las manos vacías. Aún así su genio, que parecía incontrolable, está mucho más moderado y apenas hemos sufrido rabietas desde que llegamos. Pide las cosas por favor, casi siempre please, dice gracias y thankyou, cuando se tropieza te sorprende con un "soooorrry" muy cantarín. Me hace reir con sus preguntas incesantes y me agota porque quiere ser el centro de atención constantemente, pero ahora lo pide casi siempre con una sonrisa y no a gritos como antes. Decía mi madre el otro día que "hace mucha compañía" y es verdad. Espero que la "Nana" piense lo mismo y siga tan loca de amor por su nieto al final de la semana, porque ayer le dejamos en la playa con ella y con el "abu" y le recogeremos el sábado. Así que esta semana aprovecharé para poner mi vida en orden, actualizar el blog que ya tocaba, hacer un montón de recados, y disfrutar del papá ejemplar y de Madrid en primavera.

8 comentarios:

Maria dijo...

Me alegro mucho de que la adptación vaya bien, poquito a poco corazón. Un besazo

sonia dijo...

Bienvenida, Alejandra!! Me alegro mucho de que la vuelta haya sido tan buena, espero que estos días sin lechón cundan para poner todo en orden y comenzar una nueva etapa lejos de Bali. Felicidades por los tres añitos!! Felicidades, también, por ese niño tranquilo y cariñoso. Un besito!

María José dijo...

A veces los niños nos sorprenden...¡para bien! Me alegro que la vuelta no haya sido traumática. Y felicidades a Manuel por sus tres añazos :)

Nuria dijo...

Felicidades por esos tres años y por la rápida adaptación, seguro que a los padres os cuesta más.

Laura dijo...

Bienvenidos!!!

Como ha crecido el peque en estos meses que habéis estado en Bali!!! Esta guapisimo :-)

Y que bien que esta vez la adaptación haya ido mejor!

Muchas felicidades Manuel ;-)

la rubia dijo...

Bienvenida linda. Muchas felicidades Manuel.

Alejandra dijo...

Con muuuuucho retraso, muuuuuuchas felicidades!!!!!

MARTA dijo...

Muchas felicidades y espero que os vaya muy bien esta nueva etapa en Madrid, me alegro mucho de que el peque lo vaya llevando bien.

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