El otro día Manuel me contó un cuento. Caminábamos hacia casa y ya era de noche. La iluminación en el jardín es bastante escasa:
- Mami, cuidado, hay monnnstruosss!
- No, cariño, los monstruos no existen, están solo en los cuentos y en los dibujos.
- Mami, Manel va dice un cuento, vale?
- Dime
- Un día estaba oscuro y había un monstruo
- Y entonces?
- Colorín Colorado
Pues está claro no? que se ha acabado
Últimamente parece que el lechón ha tomado consciencia de que el inglés y el español son idiomas diferentes y que hay gente que habla en uno o en otro. Hace unos días apareció por casa un gatito y, aunque yo soy poco amante de los felinos, decidimos darle de comer para ver si así se quedaba con nosotros y nos defendía de los roedores que me llevan por la calle de la amargura (para más detalles sobre tan sórdido asunto véase mi otro blog). El caso es que le dimos de comer y cuando ya parecía que iba a quedarse con nosotros, va Manuel y me pregunta:
- Mami, ¿y los gatitos en qué saben hablar?
Pues tendrá que saber el niño en qué idioma dirigirse también al gatito. Don't you think?
2 comentarios:
Pues claro que sí.Qué suerte que se pueda educar de forma bilingüe y que simpático con lo del cuento.
Yo trato de enseñar a mi hija palabras, e incluso en mi inglés chapucero le hablo cosas básicas,a menudo me contesta, mamá goomoning,¿si?, y es que fue lo primero que aprendió y lo asocia a cuando le hablo en inglés,me hace muchísima gracia.Estoy documentándome para intentar que su oido se eduque en cierta forma.
Un besote.
Muy ocurrente Manuel ja,ja,ja. Me encanta el cuento, es una versión muy adecuada para los momentos de prisas y falta de inspiración :-) Los gatos pueden hablar en el idioma que quieran, no? Para eso son animales que viven en cualquier lugar... habría que preguntarles como dices. Un saludo!!
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