Fotos y más fotos. Desde que nació Manuel, tengo la sensación de que las fotos nos invaden. David es fotógrafo, de manera que imaginaos la cantidad de fotos que puede llegar a tener en el ordenador: desde fotos artísticas a fotos de viajes, pasando por las fotos de trabajo. Además, nos encanta viajar, y cada vez que lo hacemos, nuestro único souvenir son montones de fotos del lugar de destino, que yo me ocupo de clasificar y, cuando tengo tiempo, procuro organizarlas, seleccionarlas e imprimirlas en uno de esos álbumes de fotoprix que quedan tan bonitos. Además, yo me he contagiado de la pasión por la fotografía de David, y hago mis pinitos con una nueva cámara Lumix que tiene un montón de prestaciones que aún no sé como utilizar y que me hace sentir algo absurda. Por supuesto y como todos los papás novatos, a Manuel le hacemos fotos sin parar. Es importante inmortalizarlo todo: el primer cambio de pañal, la primera sonrisa, la primera vez que sujetó el bibe, la primera papilla, y un larguísimo etcétera. En esta vorágine de instantáneas, me doy cuenta de que la fotografía digital tiene muchísimas ventajas pero a la larga da más trabajo que la analógica. Hace unos años, tú te comprabas un carrete estupendo, le hacías fotos a tu precioso bebé en todas y cada una de sus graciosas muecas, llevabas a revelar dicho carrete, colocabas las fotos en un álbum, y ya está. Ahora, y más desde que Manuel llegó a nuestras vidas, el proceso se alarga mucho, sobretodo si eres algo maniática del orden como es mi caso. Es más o menos así:
1. Hacemos fotos compulsivamente, al niño le tenemos realmente frito, tanto que ya le encanta la cámara. Con esto de que es "gratis" -no nos engañemos, en realidad lo único que nos ahorramos es el carrete y no recuerdo que fueran tan caros-, hacemos trescientas fotos "por si acaso" y el resultado es que tenemos la misma imagen cinco veces "por si acaso", ¡viva la espontaneidad!
2. Descargar las fotos en el ordenador. Vengo haciéndolo una vez a la semana porque de lo contrario el volumen es tal que me bloqueo, además de que la tarjeta de memoria no da para más. Sacar tiempo para ésto empieza a ser realmente complicado porque después viene el siguiente paso...
3. Eliminar las que son rematadamente malas y elegir, de entre las 250 de la semana, las más potables para conservar. Tarea ardua y complicada que me lleva a pensar seriamente en recuperar mi cámara analógica.
4. El último paso me tiene en un sinvivir: ¿Imprimir? ¿Guardarlas en el ordenador para verlas en la tele? No sé, yo soy bastante clásica y me gusta tener las fotos en papel. Si las dejo en el ordenador son solo un montón de archivos jpg. Si las imprimo, son mis recuerdos. No puedo evitar sentir algo de angustia por una posible y catastrófica pérdida si un buen día este cacharro decide despertarse de mal humor y decirme que mis archivos tienen "errores fatales" o cosas así. Si, ya sé que existe algo llamado copias de seguridad para esos casos, ¿pero quién me dice que esas copias de seguridad no se estropean? Sé que no es demasiado racional...
Las fotos de Manuel están organizadas por meses: primer mes, segundo mes, tercer mes... y por ahora las imprimo prácticamente todas (una vez realizada la selección que he comentado en el punto 3). Si sigo así, en aproximadamente un año tendremos que mudarnos a un piso más grande o alquilar un trastero para los álbumes...
El otro día le estuvimos haciendo fotos comiendose los pies. Está graciosísimo, parece un contorsionista.
Seguimos con una pequeña batalla diaria para que se tome la papilla de frutas. Había empezado a tolerarla mejor, pero ayer y hoy no ha querido tomar prácticamente nada. Puede que sea porque anteayer se produjo un gran hito en su desarrollo: ¡sus dos primeros dientes! Me hizo muchísima ilusión cuando me dí cuenta de que ya le asoman dos pequeñas protuberancias blancas en el centro de la mandíbula inferior. Está bastante protestón, se pasa horas tocándoselos con la lengua, debe de notar algo extraño a lo que no está acostumbrado, y se lleva todo a la boca con auténtica desesperación.
Aún así, no nos podemos quejar porque es un sol de bebé. Es tranquilo, risueño, simpático... Me alegra el corazón cuando llego a casa del trabajo y dá un saltito de contento. Luego, la tarde me la paso haciéndole monerías y me llena de felicidad cuando escucho su risa contagiosa. Cuando tengo cosas que hacer, no le importa estar en la hamaquita un buen rato. Lo que no quiere bajo ningún concepto es que le dejen solo. Le gusta ver y oir jaleo a su alrededor, y me sigue con la mirada mientras cocino, o mientras me estoy arreglando en el baño, como si no quisiera perderse nada. Le encanta que le canten y que le hagan los cinco lobitos, y ya quiere alcanzarlo todo, tanto que a veces mueve el bracito arriba y abajo como un guardia de tráfico y nos partimos de risa. La tele le fascina, y si está encendida, no hace caso a nada más, así que procuro ponerle de espaldas para que no la vea... Aunque últimamente esto tampoco funciona.
4 comentarios:
Lo de las fotos es un dilema, Aitana tiene como tropecientas, mías, de su padre, sus tios, sus abuelos, amigos....
Yo las que estan repetidas (si, sólo se diferencian en un pestañeo) elijo una y el resto las borro. Cada mes o así eligo las mejores (poniéndome un límite) y las guardo a parte para imprimir y el resto va a dos cds (por si acaso) y permanencen en la memoria del ordenador. Por lo que tenemos 3copias y el album.
Manu está precioso y es todo un solete por lo que cuentas. La elevisión les atrae mucho, pero yo también evito que Aitana la vea mucho si no son dibujos educativos.
Es normal que con los dientes se eche todo a la boca, prueba a tener mordedores fríos en la nevera, les alivia bastante.
Muchos besos
Hola!
Te entiendo perfectamente con el tema de las fotos, cuando nacio mi sobrino no podia parar de hacerle fotos, tengo más de 1000 solo de los primeros 6 meses.
Aprovecha ahora, tienes un niño precioso y cuando Manuel empiece a andar sera más complicado hacerle una buena foto, en cuanto ven la camara salen corriendo para cogerla y asi no hay manera (ji,ji,ji).
Un beso.
Bueno, la foto intentando ver la tele es simplemente genial. Que momento has palsmado!!Y le quieres engañar poniéndole de espaldas.......... Es que mi niño es muy listo. Besitos
Hola soy un desconocid@ que pronto se identificará y saldrá de la sombra, pero no tengas miedo, que se que te gusta que te lean en tu blog, pero yo no puedo opinar mucho de esta nueva etapa de la que vives,así que sólo te digo: Buenos dias o buenas tardes
Igual casi ya buenas noches, siento enviarlo tan tarde.
Pero es que si algo me falta es tiempo. Me encataría vivir en una isla paradisíaca, llena de comida y de azules playas.
Estar en un un tronco de bambú y ser abanicado con ramas de palmeras multicolor y no notar la presencia del tiempo sobre mi, sólo sentir que me siento querido y acompañado en ese viaje. Mientras tanto me conformo con soñarlo aunque tenga mis momentos de realida que me duran hasta mi propia eternidad
Pasa buena semana y espero que llegues a buen puerto esta semana. Yo me pasaré el fin de semana escribiendo en servilletas. A ser gente feliz a pesar de muchas cosas.
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