Hace siglos que no escribo. Desde que volví a trabajar estoy bastante más ocupada y es difícil sacar tiempo para el blog. Y eso que lo de salir a las cuatro es un auténtico chollo. Tengo mucho tiempo para jugar con Manuel, intento sacarle a pasear, si no llueve, aunque solo sea un ratito, y nos tiramos en la alfombra a jugar un buen rato todas tardes. A él le encanta y yo me lo paso bomba viendo como se ríe. Después, sobre las ocho y media, le baño, bibe y a dormir, y casi siempre se duerme sin protestar demasiado porque está agotado de tanta juerga. Ya tiene cinco meses, así que hace unos días empezamos a darle cereales. Le encantan. En palabras de David, cuando termina el bibe "parece que se ha comido al canario" por la cara de satisfacción que se le queda. Además, cada día es más curioso y se fija en todo. Ha descubierto sus pies, se los agarra constantemente y hasta se los lleva a la boca en posturas imposibles. También le divierte mucho romper revistas, y en casa no nos faltan. Ya se queda sentadito apoyándose sobre las manos durante unos segundos, aunque enseguida se cae hacia los lados.
Ayer fue el cumple de su papá, que sigue siendo la persona favorita de Manuel, y se ríe con él a carcajadas. Lo celebramos la noche del sábado tomando copas con los amigos en Guilligan's, el bar de Fito, y lo pasamos genial. Manuel se quedó con su abuela Mari y se portó de maravilla. Aquí foto del peque con su papá, que ya tiene 38, aunque nadie lo diría...
La semana pasada, Manuel visitó por primera vez un museo. Como no habíamos salido el sábado, el domingo por la mañana decidimos hacer algo diferente y nos fuimos al Museo Sorolla a dar una vuelta. La verdad es que fue muy buena idea, es un sitio precioso. Tanto la colección de cuadros como la casa en sí, un palacete en el barrio de Chamberí donde vivió el pintor con su familia, y que es una preciosidad. Estas fotos están hechas allí.
Por lo demás, la semana fue algo accidentada. El miércoles pasado, a un gracioso se le ocurrió la feliz idea de quemar un contenedor, y con él mi coche, que por desgracia estaba aparcado al ladito. Así que me he quedado sin mi lancia, que era viejo pero funcionaba y me llevaba a los sitios, que es de lo que se trata. Ahora, a ver qué miseria me da el seguro... y a comprarme un coche nuevo. Lo cierto es que no me hace nada de ilusión, pero lo necesito. Los coches no son lo mío, personalmente prefiero gastármelo en bolsos y zapatos, que me sientan mucho mejor...
1 comentario:
Holaa guapa!!! Soy Patry y tengo una nena que va cumplir 4 meses que se llama Alba.Mira ayer me leí todo tu blog y me ha gustado mucho!!! Tienes un hijo...PRECIOSO!!!! yo tb tengo un blog, te invito si quieres verlo!!! un besazooooo y felicidades a tu maridooo
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