sábado, 12 de septiembre de 2009

Ser padre SÍ es difícil (II)

Llevamos unos días algo difíciles. Manuel está de mal genio permanentemente, y yo lo achaco a que le están saliendo dos colmillos y dos muelas al mismo tiempo y supongo que le molesta. O eso, o simplemente le ha dado por ahí, que también puede ser. No es la primera vez que pasa, tuvimos un episodio parecido en agosto, pero parecía que había pasado y Manuel volvía a ser el niño risueño de siempre… Pero lleva una semana que protesta por todo, se enfada constantemente, se tira al suelo cada vez que no le dejamos hacer algo… En fin, lo que se dice un angelito.
En el parque no puedo ni intentar tener una conversación con las otras madres. Mientras ellas están de charlita tranquilamente viendo como sus pacíficas hijas (casi todas son niñas) juegan con la arena… yo corro detrás de Manuel intentando que no se parta la crisma. En cuanto me descuido un segundo la está liando. La nueva moda es intentar salir del parque para descubrir nuevos mundos… Eso me saca de quicio porque me asusta que un día se me escape y se meta debajo del autobús. Tiene 15 meses y ¡el parque se le queda pequeño! A este paso cuando cumpla dos años se va de casa, y su padre encantado, claro, ahora dice que tenemos que mandarle de Erasmus… y yo me lo estoy pensando. Me crispa especialmente cuando, en un arrebato porque no le dejo hacer lo que quiere, me pega un tortazo en la cara. Entonces me dan ganas de devolvérselo, y confieso que alguna vez lo he hecho (flojito, que nadie se escandalice). Sé que no es nada educativo, pero el que me conoce sabe que la paciencia no está entre mis virtudes, y que además tengo la mano bastante larga, así que me cuesta bastante contenerme.


En casa se comporta un poco mejor. Duerme bastante bién, aunque tiene sus noches, y normalmente prefiere madrugar el fin de semana (hoy, sábado, 7,15 para el bibe y después se ha dormido de nuevo hasta las 8,30). De lunes a viernes, cuando yo igualmente tengo que madrugar, se despierta entre 9h y 10h el muy sinvergüenza. Contenta me tiene.
Lo que más me duele es lo arisco que está estos días. No da abrazos ni besos, y en cuanto yo intento achucharle un poco me aparta todo ufano. Espero que sea solo una fase, porque estoy todo el día mendigando besos y no tiene ninguna gracia. Me siento como una enamorada no correspondida…


Lo que sí es gracioso es que ha aprendido a negar con la cabeza: lo hace todo el día a todas horas, y si tú le imitas se parte de risa. Estoy intentado que también diga sí, porque lo del NO por sistema dejará de tener gracia en dos telediarios, pero no ha habido suerte hasta ahora.

Esta semana tuvimos visita a la enfermera y la pediatra para vacunas y revisión: está altísimo, 82cm., pero de peso en la media, 10,700. Dice David que apenas lloró con los pinchazos, y parece que está sano como un roble. La pediatra solo dijo que tiene el prepucio todavía muy cerrado y me ha dado una pomada para que se lo vayamos abriendo poco a poco a base de tironcitos… me dá bastante grima, y a David ya ni os cuento… pero que todos los males sean esos. La verdad es que no nos podemos quejar, tenemos un niño sano y precioso, pero hay que ver la guerra que dá! Como buen géminis, es ciclotímico, y cuando está bién, es el más encantador y adorable del mundo, pero cuando tiene el día malo...

9 comentarios:

London dijo...

Alejandra, si te sirve de consuelo yo creo que son etapas, a Aitana le pasa lo mismo sólo que ser dulce y apacible es lo extraño en ella, jajaja

Me ha gsutado la idea del Erasmus, ya que es mi sueño pendiente lo intataré con ella, ¿habrá plazas para primero de preescolar?

He cambiado de blog proque ahora tendré dos pequeñas, puedes entrar desde el perfil y ahora será público asi que no necesitas contraseñas ni nada.

Besos y mucha paciencia

Patry dijo...

Ufff Alejandra,kreo que Alba esta en una fase d estas.Ella no esk sea una santa,pero esk ultimamente no para de llorar.Me parece q es de la boca tb porq se toca mucho,le estaran saliendo nuevos dientes.Y la verdad es q desespera muchooooo.Yo tambien soi de las manos largas y me tengo que contener muchismo,aunke siempre le pego en el culete.Ella es mucho de dar bocaos y duele jolin,a veces me dan ganas de partirle la boca jajajaja pero claro es un bebé aun,y hay que pensar antes de actuar.Mucha paciencia amiga.
LO de la revision, estupendo.Esta super alto y de peso yo le veo bien tia.muahhh

María José dijo...

Agarrémonos a lo de las fases como a clavos ardiendo porque la verdad, a veces es la única explicación. Leo está en la de quiero-brazos-todo-el-tiempo, a pesar de que ya sabe andar. Cuando se niega a hacerlo te busca y rebusca hasta que lo tomas. Y pilla cada cabreo cuando lo sacas de la bañera, lo vistes o le cambias el pañal...
Pero bueno, confiemos en que pasará.

Pequeñas Cosas dijo...

Laia, intento entrar en tu blog y no me deja... cómo puedo entrar desde tu perfil? como veo tu perfil si no puedo acceder al blog?

Diario de una mamá pediatra dijo...

Yo creo que son fases....todos los niños las tienen, jeje. A veces coincidiendo con algún cambio (inicio de guardería, etc) o a veces porque sí. ¿Quizá será que está entrando precozmente en los "terribles dos"?
Un saludo

Sonia dijo...

Alejandra yo tenía puestas todas mis esperanzas en que me dijeras que según crecen lloran con menos frecuencia, pero me acabas de matar con esta etapilla nueva de Manuel. Espero que sea pasajera, muy pasajera y se dedique más al baile, se le da muy bien, que al llanto.
Un beso grande grande

Laura dijo...

Dani tambien tiene etapas malas, generalmente son épocas en las que esta más llorón y es más dependiente de mi... yo siempre lo achaco a los dientes (ji,ji,ji).
Es fácil perder la paciencia cuando estan así ... menos mal que en unos dias se les pasa y vuelven a ser encantadores (o no) = )

sonia dijo...

Muchas de las cosas que cuentas coinciden con lo que le pasa a MIkel (14 meses). Esta vez has vuelto a dar en el clavo, tanto en lo que él hace como en lo que yo siento. Lo de los manotazos me ha parecido un GRAN CONSUELO porque a mi tambiñen me lo hace cuando me enfado con él y me saca de mis casillas. Cuanto más le digo que no se pega más lo hace y no sé cómo enseñarle porque con gusto se lo devolvería. También Mikel está llorón y protestón, coge algunos berrinches porque no es lo que él quiere y me asusta no llegar a entenderle o que se me vaya de las manos... Esta mañana sin ir más lejos, harta de oirle llorar cada vez que le cambio de ropa me he puesto achillarle y su padre me ha dicho que no puedo hacer lo mismo que él porque entonces pierdo el control de la situación. ¡Con la poca paciencia que tengo! Bueno, lo dicho, que te entiendo perfectamente y ya sabes: mal de muchos...

Pequeñas Cosas dijo...

Sonia, no sabes lo mucho que me consuela tu comentario, gracias! Es curioso lo de los padres, ellos SIEMPRE saben cómo hacerlo para no perder el control, verdad? y eso también me saca un poco de quicio...

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