domingo, 14 de diciembre de 2008

Lo que no viene en los libros

Leyendo el último post de una de mis bloggeras favoritas, que está a puntito de dar a luz (si es que no lo ha hecho ya) se me ocurre contaros algunas de las pequeñas cosas, curiosas y prácticas, que he aprendido desde que nació Manuel, y que no vienen en ninguno de los libros que he leido sobre el embarazo y la crianza de los niños.


La industria de los productos para bebés es terriblemente rentable porque los directivos de estas empresas saben que las mamás, especialmente las novatas, no escatimamos en gastos a la hora de preparar el nido. Pues bién, la mayoría de los artículos que se consideran "imprescindibles para la llegada del bebé" no son más que trastos perfectamente sustituibles por algo que ya tienes en casa y que sirve exactamente igual.

Por ejemplo: el esterilizador de biberones. Me negué a comprarlo porque me parecía enorme y nuestra cocina es de miniatura. Y me alegré, porque cuando Manuel tenía unos dos meses y empezamos con algún biberón, simplemente los hervíamos una vez al día en una olla grande y a correr. A partir de los tres meses los pediatras ya no recomiendan esterilizar, sino solo lavar bien con agua y jabón, así que, salvo casos de niños prematuros y especialmente delicados, yo no creo que merezca la pena tener semejante monstruo ocupando espacio sobre la encimera.

Hay otro artilugio llamado "calientatoallitas" que me recomendaron vivamente. Si no vives en Siberia, no lo veo nada necesario. Los primeros días el bebé llora cuando le cambias el pañal (en realidad, al principio lloran por todo), pero es porque no conoce esa nueva sensación y se asusta. En cuanto se acostumbra, no le importa nada la temperatura de las toallitas. Palabra.

En cuanto a la mochila portabebés, en cualquiera de sus variedades, mi opinión es que es bastante práctica en una etapa muy determinada de la vida del bebé y, especialmente en verano. A mí me la prestaron y la utilicé bastante durante el tercer y el cuarto mes de Manuel (por ejemplo, para viajar en el AVE o para hacer la compra y poder llevar el carrito). Aunque a él le encantaba, llega un momento que el niño pesa demasiado para llevarle más de diez minutos seguidos. Además, llevarle en la mochila para hacer tareas domésticas suena muy bien pero es poco realista. Intenta hacer la cama con una mochila cargada con seis kilos de arroz sobre tu tripa y sabrás a qué me refiero... En fin, que está muy bién tenerla pero si te la pueden prestar, mejor que mejor.

Las grandes compras sin las que no hubiera podido pasar han sido:

El sacaleches, durante la lactancia me permitió salir algunas noches, y, aunque costó algo caro porque era eléctrico (de Avent), creo que mereció la pena.

Por supuesto, el cochecito. Nos prestaron uno de Jané con el capazo y el maxicosi. La silla, de MacLaren, es nuestra (regalo de la abuela Mari). Es muy compacta y fácil de abrir y cerrar, pero no he probado ninguna otra, así que no puedo comparar.

La hamaquita: la nuestra es la de Babybjhorn, y después de haber hecho una investigación bastante exhaustiva, creo que es la mejor. Ocupa poco espacio, es ligera, moderna y plegable, se puede utilizar desde el nacimiento hasta los dos años, y tiene un sistema de contrapeso que hace que el bebé pueda balancerse solo moviendo sus piernecitas. Es muy sólida y a Manuel le encanta, se le ve muy cómodo y seguro. No sé qué haría sin ella.

El aspirador de mocos: lo utilizamos a diario, incluso dos veces al día... es imprescindible

La hamaquita de baño: por el módico precio de 9 euros, y es la mejor bañera para el bebé. Como es ergonómica, el bebé tiene la espalda un poco levantada y tú las manos libres para enjabonarle. Está seguro y al mismo tiempo tiene movilidad para chapotear cuanto quiera. Eso sí, los primeros días es mejor bañarle en el lavabo porque al ser tan chiquitín se asusta un poco en un espacio demasiado abierto.

La trona, es otro trasto, pero en este caso es útil para darle de comer en una buena postura y no dejarte la espalda. Nosotros elegimos la de Baby confort porque, según dicen, crece con el niño y se va adaptando a su tamaño y a sus necesidades a medida que se hace mayor.

En cuanto a ropa, nunca hay suficientes bodies y pijamas, es lo que más se usa. Los primeros meses hay que llevar siempre ropa de repuesto, body incluido, porque se manchan muchísimo con las caquitas líquidas. La ropita de salir, es mejor que sea de una pieza (como los pijamas pero de calle) porque cuando le pones un conjunto de camisa o jersey más pantaloncito cada vez que le cojes en brazos se le sube lo de arriba y es un lío. Yo tenía un ejército de patucos monísimos y de todos los colores que apenas utilicé porque se le caían constantemente, son mucho más prácticos los calcetines. Hasta los seis meses o así no se les ponen los zapatos. Van mucho más cómodos sin ellos y es bastante complicado calzarles tan pequeñitos.

El saco de dormir: desde que nació, Manuel se destapa constantemente. Yo me despertaba atormentada pensando que el niño se habría destapado (y así era) así que cuando empezó el frío le compramos un saquito para dormir que es muy práctico y dá mucha tranquilidad.

Y esto me recuerda algo que me compró mi madre unos días antes de nacer Manuel, que es una pequeña luz nocturna (a la venta en cualquier ferretería) que se enchufa y dá una luz ténue, lo justo para evitar tropiezos y caídas en mitad de la noche.

Se entretienen con cualquier cosa. Su "juguete" favorito hasta el momento es una mini bolsa de plástico de las que hacen ruido y con la que puede pasar largos ratos (ya he comprobado que no le cabe la cabeza dentro). Los trapos también le entusiasman, especialmente los de colores, y los libros de tela. Hay un par de sonajeros-mordedor, que le hacen gracia. A los peluches por el momento ni caso.

7 comentarios:

London dijo...

No sabes la razón que tienes, hay tantísimas cosas que nos hacen comprar y son totalmente imprescindibles.... estoy de acuerdo contigo.

¿Que me dices de los zapatitos de bebe? con los pijamas de calle de una pieza como tu dices no les hacen falta y cuando son un poco mas mayores se dedican a quitarselos y tirarlos al suelo.

En cambio también está el calienta biberones (mi salvación nocturna durante la lacatancia), el móvil de cuna y un columpio que le compré a Aitana que se cuelga de la puerta y se lo pasa en grande.

Para dormir también existen como un sobre-pijama que es como otro pijama pero gordo (el de la niña es polar) se lo pongo antes de dormir sobre su pijama y así ni se despetapa ni se me sale del saco ni nada.

Muy buena idea para el post, muy útil.

La Abuela dijo...

Los comentarios me parecen muy prácticos y acertados, pero el video de Manuel sometiéndose a la torura del sacamocos me parece que es invasión de su intimidad.... ¡pobrecito!.Y fijaos cómo es de bueno que ni con esas protesta. Mi niño es un SOL!!!.besos de la abuela

Laura dijo...

Hola!
¡¡¡ Me ha encantado este post, es muy útil !!!

Más o menos veo que he ido bien encaminada en mis compras.

Solo me falta el sacaleches, que ya había pensado que fuese de Avent (todo el mundo lo recomienda) pero como es bastante caro, esperare a ver cómo me va con la lactancia; )

La hamaquita me la van a regalar y no paran de preguntarme cual quiero… siguiendo tu recomendación me parece que les pediré la de BabyBjörn (ji,ji,ji).

Me he emocionado mucho al ver que soy una de tus bloggeras favoritas (estoy de un sensible)… a mí también me gusta mucho leerte ; )

Por favor, de vez en cuando, sigue con este tipo de post… tus consejos y experiencias siempre nos serán de gran ayuda a las novatillas (ji,ji,ji ).

Besos

Pequeñas Cosas dijo...

Mámá, de tortura nada, a Manuel le encanta el sacamocos. Últimamente hasta se ríe, yo creo que él piensa que es un juego. Es la excepción que confirma la regla. A ver si nos llaman para hacer un anuncio del artilugio, jeje...
Laia, yo creo que lo que tú llamas "sobrepijama" es lo mismo a lo que yo llamo saco, que se abrocha con unos corchetes en los hombros, no? Es lo mejor porque es imposible que se destapen.
Laura, yo encantada de servirte de ayuda, pero seguro que lo aprendes todo enseguidita, y dentro de nada nos estás dando lecciones. Disfruta mucho de estos últimos días con Dani dentro de tí, que después echarás de menos estos días y dirás, pero porqué tenía yo tanta prisa!!

madrinita dijo...

madre mía! con tanta información de utilidad me dan ganas de ir a por el cuarto.....

Anónimo dijo...

Hola, aterrizo por aqui un poco tarde, pero si me permites, te voy a dar mi punto de vista sobre esta entrada porque quizá le pueda servir a alguna mamá en busca de información. Estoy de acuerdo en casi todo lo que dices de trastos inútiles salvo en :
los portabebés, Si el contacto que has tenido con un portabebé es através de una mochila convencional, baby borj o similar normal que no te gusten, ni a ti ni al bebé, son malísimas para la espalda y para el bebé peores aún, van literalmente colgados de la zona genita, la postura correcta de un bb debe ser la de "ranita" con las piernas abiertas y el culito más bajo que las rodillas, es la que adoptan de forma natural cuando los coges en brazos, fijaros, y nunca nunca deben ir de cara al exterior, siempre con su pecho contra el que portea, sea alante o en la espalda.http://redcanguro.wordpress.com/2008/09/07/comparacion-entre-mochilas-convencionales-y-portabebes-ergonomicos/
a mi me da una penita ver los bebés "colgados" de las "mochilas colgonas".
ah y a no ser que tengas un problema específico en la espalda, es beneficioso para fortalecer la musculatura, si empiezas pronto, yo empecé al mes de nacer mi hija y porque no los descubrí antes...con 4 kilos, como el bb crece muy poco a poco el incremento de peso es muy gradual y te vas adaptando, es como con las pesas en el gimnasio cada vez un poco más y más sano (y barato ;-)imposible. Hay mucho portabebés diferentes, no solo mochilas, estan los fualares, los mei-tais, las bandoleras....
Respecto a los calienta biberones etc, ciñendome unicamente al aspecto de comodidad y a los práctico, no entrando en los múltimples beneficios de la lactancia materna, te diría que para mi, ni calientabiberones, ni esterilizadores, ni chupetes, ni nada de nada, ni sacaleches, no entiendo como se puede tener un sacaleches desde antes incluso de que nazca el bebé, pero si no se necesita para nada, a no ser que el bb esté ingresado pero no vamos a ponernos en lo peor ni en lo raro de mano, no? si cuando empieces a trabajar lo necesitas ya se verá, creo uqe de todas formas es mejor opción el alquiler, por el mmismo dinero tienes mejor aparato y acumulas un trasto menos , de todas formas, yo (para mi pena) trabajo desde las 16 semanas, mi hija tiene 20 meses, seguimos con teta y nunca usé un sacaleches, lo que le dejaba lo extraía a mano.
Y por favor CUIDADO con los sacamocos, son peligrosos para el oido, pregunta a cualquier otorrino!!!
gracias por tu blog

Dibu dijo...

Totalmente de acuerdo. El sacaleches va en primer orden y cochecito también. Con respecto a la ropa, no sé qué tiene mi nena que desde que pudo, se saca todo! Felizmente el clima no es frío por acá, así que los saquitos pijama me funcionaron bien. Aunque ahora que tiene casi 4 añitos, si le hago un saquito, o en cuanto se siente calurosa, baja el cierre/botones y se lo saca.
Me gusta mucho tu blog :D

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