Por primera vez esta semana Manuel ha estado malito. Ha sido sólo un resfriado, y nisiquiera le ha subido la fiebre, pero escucharle toser toda una noche fue una tortura, así que le pedí a mi madre que le llevara a la pediatra por la mañana del jueves. La doctora dijo que no era nada preocupante, que le diéramos mucho líquido, mucho suero para los mocos, y poco más. También nos dió unos supositorios para la tos que fueron mano de santo, y a la noche siguiente durmió de un tirón. Mi madre dice que mientras la pediatra le reconocía, Manuel permaneción increíblemente quieto y tranquilo, como si supiera lo que le estaban haciendo. Para comérselo.
Tengo un libro muy útil sobre salud infantil, titulado ¿Qué me pasa mamá? escrito por el dr. Juan Casado, jefe de cuidados intensivos del hospital Niño Jesús. Ofrece explicaciones sencillas y soluciones fáciles para los problemas de salud más habituales de los niños, desde el nacimiento hasta los doce años: laringitis, estreñimiento, fiebre, otitis, dentición... Es muy práctico porque te dice claramente en qué casos debes salir corriendo a urgencias y cuándo puedes tomar tú misma algunas medidas para aliviar al peque. Como es natural, esta semana me leí de cabo a rabo el capítulo sobre la tos, y entre otras cosas decía que para aliviarla es muy eficaz poner junto a la cuna una cebolla grande partida por la mitad y dejarla allí toda la noche. Me sorprendió tal recomendación venida de un médico, porque suena más bién a uno de esos remedios de las abuelas, pero el caso es que lo hice y a la mañana siguiente Manuel estaba mucho mejor. Supongo que al final remedios de abuela y recetas de médico no deben andar tan lejos unos de otros. Otras recomendaciones que dá el doctor Casado para mejorar la tos son: mantener húmeda la estancia con vasijas de agua o un humidificador, darle a beber bastante agua y limpiarle la nariz con suero.
Con catarro y todo, sigue siendo el niño más bueno y más simpático que podáis imaginar. Ayer tuvimos la fiesta de Navidad de mi empresa, en la que se invita a los niños de los empleados a una merendola con animadoras y a la que asiste Papa Noel como invitado de honor. Fué cómico cuando se sentó en la rodilla de Papa Noel y comenzó a "cabalgar" como esperando que aquel señor de barba blanca le hiciera trotar sobre su pierna. Le dedicó una sonrisa a todos los que se acercaron a conocerle, y no se asustó ni protestó por el jaleo ni por el calor que hacía. Aunque sigue tosiendo bastante, esta noche ha dormido de un tirón hasta las ocho, y después del desayuno se ha vuelto a quedar frito hasta las diez. Es un bendito.
2 comentarios:
Hola!! Hace unos días vengo leyendote y me gusta mucho tu blog, yo tengo un niño de 7 meses, los cumplió ayer y esta algo resfriadillo.
Tus consejos son geniales.
Yo si que me compre el esterilizador y no veas como me arrepiento, ya que no lo he utilizado nada porque Alberto aun no ha tomando bibi le doy todo con cuchara,fue un gasto de dinero tonto,ya que de barato no tiene nada.
Un saludo y tienes un niño muy guapo,te voy a añadir a mi blog.
Alejandra tu hijo es un verdadero sol, que suerte tienes.
Tus consejos son muy útiles. En el post pasado se me olvido poner el humidificador, yo lo uso muchísimo.
Muchos besos
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