miércoles, 27 de junio de 2012

Julio vino al mundo

Así se llama. Julio. Y vino al mundo el pasado 19 de junio, hace hoy una semana.

Espero que todo en su vida sea tan fácil y suave como su llegada. Y ojalá que sea también igual de bonito y de lleno de amor. Otro día contaré aquí el parto, pero hoy quiero detenerme un poco en mi hijo y no hablar de médicos ni hospitales.




Julio es un bebé tranquilo y tragón. Necesita mucho contacto piel con piel y ahí estoy yo para darle todo el que necesite. Es tan pequeñito como yo no recordaba, pero tiene manos sorprendentemente largas.  Tiene mucho pelo, y se le queda de punta y los ojos casi azules... por poco tiempo. Me robó el corazón desde el mismo momento en que salió de mi cuerpo, y no lo ha soltado desde entonces. Julio me ha llenado de alegría, de sensaciones recobradas y otras nuevas que nunca sentí la primera vez. Sentarme en el sofá a darle el pecho teniendo al otro lado a su hermano mayor me parece ahora la definición exacta de la Felicidad.

Bienvenido al mundo, boquerón. Gracias por hacer tan feliz a tu mamá.

miércoles, 6 de junio de 2012

Mi niño de cuatro años

Mi niño de cuatro años es atrevido y curioso. Se relaciona increíblemente bién con niños y niñas de todas las edades, mientras con los adultos saca las uñas a la mínima. No es que sea vergonzoso, pero enseguida muestra su peor cara cuando hay mayores alrededor, y es aún peor si los mayores íntentan, ilusos, demandar su atención . Me cuesta horrores que salude con naturalidad, que diga gracias y por favor, y casi he renunciado a que dé besos porque eso es ya misión imposible. Cuando está de buenas, en cambio, es capaz de mostrar su lado más gracioso y no tiene problemas en pedirle al camarero un vaso de agua o preguntarle con mucho morro si tienen patatas fritas. ¡El interés le quita la vergüenza! Estamos trabajando en ello...

Mi niño de cuatro años se pirra por los dinosaurios, y está (mos) aprendiendo muchísimo a cerca de las distintas especies, la época en la que vivieron, el lugar donde se encontraron sus restos, lo que comían o su tamaño. Le encanta que le lea sus libros de dinosaurios, y también que veamos en el ipad de papá esta fantástica página, Dinoguía, con fichas muy detalladas sobre cientos de especies diferentes. Estamos los dos para vernos, metidos en la cama con el ipad en la mano... pero mi niño pertenece sin duda a la generación digital.

Mi niño de cuatro años es bastante trasto en el cole y su profesora se queja de que no logra captar su atención. Quiere jugar constantemente, no hace caso a lo que le preguntan y rompe el ritmo de la clase, dice tonterías para hacer reír a sus amigos. Desde luego, parece que le funciona porque es muy popular en su clase. Celebramos su cumple el pasado sábado y vinieron más de la mitad de los niños de su clase, incluidos dos de los más mayores, que tienen ya cinco años. No me hace ninguna gracia que se porte tan mal y estoy tratando de encontrar alguna estrategia para corregirle, ¿alguna idea?

Mi niño de cuatro años por fín come fruta y verdura, y ésto no creía yo que podría decirlo hace un añito nada más. Le encanta el brócoli, las judías verdes, el puré de espinacas, el tomate y las zanahorias crudas. También le gusta la sandía, las fresas, y de vez en cuando algún plátano y manzana, aunque con la fruta es más selectivo. Después de pasar sus tres primeros años sin apenas probar la fruta y tomando la verdura exclusivamente en puré, me siento orgullosa de haberle hecho pasar por el aro por fin, con mucha insistencia y paciencia, porque enseñar a comer a un niño es regalarle salud para toda su vida.

Mi niño de cuatro años quiere casarse con su mami, con Blum (una de las hadas de las Winx) y con Rapunzel (el orden es aleatorio según el día).  A esta lista de amores se puede añadir alguna niña de su clase de vez en cuando. Me dice que me quiere casi todos los días, me dá abrazos y besos sin que tenga que suplicárselo como antes, y en general está pasando por un momento absolutamente adorable en lo que a mami respecta. Aunque sigue estando loco por su padre también, lejos quedan aquellos oscuros días de "papi mejor" que tan mal me lo hicieron pasar. Cuando se porta mal y me enfado con él, llora amargamente y me pide que le abrace... el muy zalamero, y claro, me deshago de amor.


Mi niño de cuatro años quiere ser "paleontogolo", aunque como siga siendo tan buen estudiante para mí que no va a llegar ni a aprendiz. Está tan entusiasmado con los dinosaurios que desde que ha descubierto que hay una profesión basada en encontrar fósiles de sus animales favoritos, lo de aspirante a superhéroe pasó a la historia.

Pero como los preparativos de la fiesta llevaron su tiempo, mi niño de cuatro años tuvo el sábado una fiesta de cumpleaños de superhéroes, porque la organización del evento había empezado antes de que decidiera hacerse "paleontogolo". La fiesta fue un éxito: muchos niños, muchos gusanitos, muchas chuches, piñata,  tarta, y sobre todo muchos más regalos de los que necesita.

Mi niño de cuatro años va a ser todo un hermano mayor en menos que canta un gallo. Su mami va a dejar de ser para él en exclusiva y me temo que será muy pronto.
Related Posts with Thumbnails