Mi niño ya ha cumplido 20 meses y creo que es el momento de hablar de sus avances, que en los últimos meses han sido muchos e importantes. Creo que ha dado pasos de gigante en muchos aspectos de su desarrollo, y especialmente en lo que se refiere al lenguaje. Se ha soltado a hablar y conoce ya un montón de palabras, y lo que es más importante, cada día aprende alguna nueva porque está tremendamente receptivo y repite todo lo que le decimos. Algunas de las palabras que ha aprendido últimamente:
Pipa: que se traduce como "sopita", su plato favorito hasta el momento, que además está aprendiendo a comérsela él solito. Estoy haciendo un ejercicio de paciencia infinita para conseguirlo, y me pongo negra viendo como el suelo se va llenando se minibolitas de pasta que luego tendré que recoger, pero es la única forma de que aprenda, no?
Atu: Azul. Sabe decirlo, aunque no tanto reconocer el color en sí. Siempre que le preguntas de qué color es algo, por ejemplo "¿de qué color es el coche de papi?"atu", "¿de qué color es Ely?", "atu", "¿de qué color es mami", "atu" y así sucesivamente...
Uno, dos, tes: Al fin hemos conseguido que al preguntarle "cuantos años tienes" conteste "uno", y enseñe su dedito. Cuando lo hace me dan ganas de comérmelo a besos, y generalmente lo hago!
Nanel: ya sabe decir su nombre, y ahora cuando quiere hacer las cosas él solito nos dice muy enfadado, "no, nanel, nanel"Aquí: esta palabra es muy importante porque le sirve para indicarnos que tenemos que sentarnos justo aquí, y en ningún otro lugar, para jugar con él, o para darle agua, o para darle la comida... Hay que ver lo mandón que se ha vuelto.
Abre: le encanta decirlo porque consigue que le abra las puertas, los botes, etc...
Pato, Lula, Ely, Autobus, Tren, Avión, Agua, Tete, Más... y seguro que me dejo un montón en el tintero.
Me encanta ver como aprende nuevas palabras todos los días, y es divertido ver este proceso tan increíble.
Manuel es un niño listo e inquieto, curioso y muy rápido, vital, alegre y muy sociable. Tiene días imposibles, como todos los niños, y entonces me agota y tengo ganas de salir corriendo. Aún así, estoy totalmente loca por él. Tengo arrebatos de amor amenudo, y a veces le doy abrazos tan fuertes que le aplasto, ¡pobrecito! Debe de pensar, qué pesada es mami, todo el día achuchándome. No me importa, pienso seguir haciéndolo.