sábado, 26 de septiembre de 2009

Una boda y casi 16 meses

Ayer estuvimos en la boda de Ana, mi íntima amiga. Fue una boda preciosa, y yo la viví de una forma muy especial, porque estaba implicada en todos los detalles. Ayudé a la novia a vestirse, le coloqué el velo, le llevé el perfume en mi bolso, la acompañé a retorcarse el maquillaje, .... todas esas cosas que me encanta hacer! Dios mío, cada día me parezco más a mi madre... La verdad es que las bodas pueden ser terriblemente aburridas cuando no te tocan de cerca, pero cuando sí lo hacen son divertidísimas, y nosotros anoche nos lo pasamos de miedo. Hoy estamos algo perjudicados, pero como Manuel se queda con su abuela hasta mañana, vamos a tener algo de tiempo para recuperarnos, menos mal! Y también para actualizar el blog, que últimamente no es fácil encontrar el momento.

Esta semana Manuel cumplirá 16 meses. Hace siglos que no cuento aquí sus pequeños logros y ha aprendido muchísimas cosas desde que cumplió un año, así que aquí van:

- Camina ya con mucha soltura y se cae solo cuando se emociona y acelera demasiado. De hecho ya empieza a correr, y yo detrás diciendo eso de "no corras que te caessssssss" (lo dicho, igualita que mi madre). Como ya se ha dado unos cuantos trastazos (con sangre en el labio incluida) no es que sea más prudente, pero ha aprendido a caerse poniendo las manos antes que los morros.... casi siempre. Estos días va con el labio de abajo bastante magullado porque el jueves se golpeó con el mueble de la tele. Y esto me lleva al segundo avance,

-La pelota: hace unos días ha aprendido a chutarla, y desde entonces se vuelve loco en cuanto ve una. Le encanta pegarle patadas una y otra vez y correr detrás de ella. Por simple que a mí me parezca el jueguecito, algo tendrá cuando desde tiempos ancestrales y hasta nuestros días los niños adoran los balones y de mayores se pirran por cualquier deporte que ponga en juego uno de estos juguetitos... Me pregunto si las niñas también sienten esa predisposición genética hacia el esférico o si es cosa de chicos. Y hay que decir que a Manuel se le dá bastante bién, y creo que está mejorando su coordinación gracias a este ejercicio. Eso sí, a mí me tiene frita porque la dichosa pelotita ha sido la culpable de que se diera varios trastazos considerables últimamente. Se emociona tanto que coge velocidad, se tropieza, y me sorprende que aún no se haya partido más dientes. Que por cierto:

-Tiene ya los dos colmillos de arriba asomando, y eso es lo que nos ha traído de cabeza los últimos meses. No es que ahora sea un niño dócil y tranquilo, que tampoco es eso. Pero está algo más manejable desde que salieron. También tiene ya tres o cuatro muelas.

-Ha aprendido a coger el tenedor y la cuchara y hace sus pinitos intentando comer solo. La mayoría de las veces se pone perdido de puré de la cabeza a los pies. Con las cenas que son más sólidas es algo más fácil, pero se pone a jugar, a tirar la comida al suelo y reconozco que no tengo mucha paciencia y la mayoría de las veces termino dándoselo yo. Así no va a aprender en la vida...

-Sabe subir y bajar escaleras. La mayoría de las veces lo hace a cuatro patas, pero esta semana me sorprendió subiendo las escaleras del tobogán de pie y agarradito a la barandilla y a mí, secretamente, me inundó un orgullo absurdo, como si se hubiera licenciado en medicina... Aaaaayyyyyy, cuánta ñoñería tengo desde que soy madre.

-Sabe agacharse en cuclillas para coger un juguete y volverse a levantar.

-Entiende prácticamente todo lo que le decimos, y conoce los nombres de sus animales de juguete, de los dibujos de los cuentos.... También sabe los ruidos que hacen los distintos animales, aunque el sonido que más le gusta es el del tigre, y te partes cuando le dices, "qué hace el tigre? y contesta "grrrrrrrrr", y qué hace el patito? y contesta otra vez grrrrrrrrr.

También conoce conceptos como abrir, cerrar, tapar, dormir, comer... Le hemos enseñado la idea de "en su sitio", y está aprendiendo que al terminar de leer un cuento lo volvemos a colocar "en su sitio". Es genial ver como coloca uno por uno todos los cuentos en la estantería, y sería aún más genial si al terminar no los volviera a tirar todos al suelo... pero todo se andará.

Si le pides un beso te dice "má" desde lejos, si le dá la gana, y si no te dá un manotazo y se va tan contento.... Su vocabulario no se ha ampliado mucho. Además de mamá y papá y sus parrafadas incomprensibles, Manuel dice: Nana, Hola y Yatá (ya está). Para el resto de cosas se hace entender sin ningún problema con su dedo índice apuntando distintas direcciones, o trayendo un cuento y sentándose a mi lado, o dándome el mando de la tele para que le ponga sus dibujos, o llendose a la puerta con las llaves en la mano para que le bajemos al parque...

Esta semana ha aprendido que cuando le pregunto "a quién quieres tú?" responde "mamá". Y cuando lo hace me parto de risa además de derretirme de emoción.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Ser padre SÍ es difícil (II)

Llevamos unos días algo difíciles. Manuel está de mal genio permanentemente, y yo lo achaco a que le están saliendo dos colmillos y dos muelas al mismo tiempo y supongo que le molesta. O eso, o simplemente le ha dado por ahí, que también puede ser. No es la primera vez que pasa, tuvimos un episodio parecido en agosto, pero parecía que había pasado y Manuel volvía a ser el niño risueño de siempre… Pero lleva una semana que protesta por todo, se enfada constantemente, se tira al suelo cada vez que no le dejamos hacer algo… En fin, lo que se dice un angelito.
En el parque no puedo ni intentar tener una conversación con las otras madres. Mientras ellas están de charlita tranquilamente viendo como sus pacíficas hijas (casi todas son niñas) juegan con la arena… yo corro detrás de Manuel intentando que no se parta la crisma. En cuanto me descuido un segundo la está liando. La nueva moda es intentar salir del parque para descubrir nuevos mundos… Eso me saca de quicio porque me asusta que un día se me escape y se meta debajo del autobús. Tiene 15 meses y ¡el parque se le queda pequeño! A este paso cuando cumpla dos años se va de casa, y su padre encantado, claro, ahora dice que tenemos que mandarle de Erasmus… y yo me lo estoy pensando. Me crispa especialmente cuando, en un arrebato porque no le dejo hacer lo que quiere, me pega un tortazo en la cara. Entonces me dan ganas de devolvérselo, y confieso que alguna vez lo he hecho (flojito, que nadie se escandalice). Sé que no es nada educativo, pero el que me conoce sabe que la paciencia no está entre mis virtudes, y que además tengo la mano bastante larga, así que me cuesta bastante contenerme.


En casa se comporta un poco mejor. Duerme bastante bién, aunque tiene sus noches, y normalmente prefiere madrugar el fin de semana (hoy, sábado, 7,15 para el bibe y después se ha dormido de nuevo hasta las 8,30). De lunes a viernes, cuando yo igualmente tengo que madrugar, se despierta entre 9h y 10h el muy sinvergüenza. Contenta me tiene.
Lo que más me duele es lo arisco que está estos días. No da abrazos ni besos, y en cuanto yo intento achucharle un poco me aparta todo ufano. Espero que sea solo una fase, porque estoy todo el día mendigando besos y no tiene ninguna gracia. Me siento como una enamorada no correspondida…


Lo que sí es gracioso es que ha aprendido a negar con la cabeza: lo hace todo el día a todas horas, y si tú le imitas se parte de risa. Estoy intentado que también diga sí, porque lo del NO por sistema dejará de tener gracia en dos telediarios, pero no ha habido suerte hasta ahora.

Esta semana tuvimos visita a la enfermera y la pediatra para vacunas y revisión: está altísimo, 82cm., pero de peso en la media, 10,700. Dice David que apenas lloró con los pinchazos, y parece que está sano como un roble. La pediatra solo dijo que tiene el prepucio todavía muy cerrado y me ha dado una pomada para que se lo vayamos abriendo poco a poco a base de tironcitos… me dá bastante grima, y a David ya ni os cuento… pero que todos los males sean esos. La verdad es que no nos podemos quejar, tenemos un niño sano y precioso, pero hay que ver la guerra que dá! Como buen géminis, es ciclotímico, y cuando está bién, es el más encantador y adorable del mundo, pero cuando tiene el día malo...

domingo, 6 de septiembre de 2009

Bailando

Os decía hace unos días que Manuel está hecho un bailón de mucho cuidado. Aquí os dejo una prueba de ello. Es difícil grabarle porque por lo general en cuanto vé la cámara lo que quiere es quitármela y apretar todos los botones, pero el otro día tuve suerte. ¿No es genial? Le encanta toda la música pero últimamente flipa especialmente con Bruce Springteen, Michael Jackson, Madonna y el pop de los 80.

Ah! Se me pasó el cumplemeses otra vez, y ya son 15!

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